Crear
Brota casi de la nada, es casi por naturaleza, son los motivos brotando por
los poros de esta piel.
En el pasado creaba inconscientemente pero creaba, ahora crear para este
cerebro es casi natural, brotan las ideas anunciándome lo que he de esculpir,
lo que he de afinar para darle vida e incluso
la existencia pone frente a mí lo que ha de seguir o aquello que debo
hacer. Nuevos proyectos tocan a las puertas de mi cotidianeidad anunciándome su
presencia para ser atendidos, motivos que me mantienen cargada de energía y embelesada para continuar. Crear siempre ha
sido mi naturaleza, mi pasión solo que ahora lo hago bajo una bendita libertad mental, puedo mirar lo minúsculo de
las ideas, aquellas minúsculas diferencias que hacen brillar una creación. En
el pasado creaba imitando, pero descubrí que mi cerebro se contaminaba, así que
me decidí a crear sin nada, cual lienzo en blanco. Es como descubrir entre los
matorrales diminutas obras de arte reluciendo su esplendor ahí entre la hierba,
basura, escombro u hojas secas, mirar tal belleza al natural, es mirar la
creación divina.
Crear para mí es tan natural que cuando me asalta una nueva idea de inmediato
lo plasmo para trabajarla delicadamente, es como si alguien me dictara lo que
ha de continuar unificando mente y corazón en una danza de energía para darles
vida. Para mi crear es flexibilidad, sensibilidad y una gran pasión para
delinear el resultado.
Crear no me desvela, ni me quita el sueño solo dejo que el cerebro entre en
total reposo, caigo en una profunda meditación y cuando me levanto basta una
cubetada de energía para cristalizar las ideas.
He descubierto la magnificencia de la creación, yo soy una creación.
Consuelo es la creación que me mantiene ocupada, entregada y gozando como
chamaca cada rincón que me habita. Cada amanecer descubro nuevas betas por
pulir y su meta es regresarlas a tan
divina creación.
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