La mente

La mente puede ser cambiada y tú debes ser capaz de cambiarla.  Si te identificas con ella, pierdes tu libertad.  La mayor libertad es liberarte de tu propia mente.  Lo más grande, lo digo: liberarte de tu propia mente.  Porque es una dependencia sutil, tan profunda que nunca percibes que es una dependencia.  La prisión misma se vuelve tu casa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Barro hediondo

Cuatro palabras

Serenidad

Sintonizar con la vida

Fuerza de voluntad