Remedios

La oración es un estado, no un ritual. La oración es un estado de silencio interior, de humildad, de amor, gratitud, rendición, abandono. No tiene nada que ver con las formulaciones externas con los remedios que viene del exterior. La gente sigue cambiando de remedio. Si uno falla, inmediatamente saltan a otro,  y si también falla, continúan así —de un remedio a otro—, así sucesivamente. Sin ver el hecho auténtico, que no es posible ningún remedio, que no existe ninguno, que buscar un remedio es buscar en vano. Y ¿por qué?, porque los remedios son impuestos desde el exterior, es una intrusión, una interferencia en tu ser natural —intrusión en tu yo natural. Son manipulaciones, crea tres yoes donde antes solo había uno, anteriormente solo había un ego. Si utilizas algún remedio, habrá tres egos. Has multiplicado el problema, lo has hecho más difícil ahora va a serte mucho más difícil deshacerte de él y si todavía consigues un remedio más, en lugar de tres egos tendrás nueve. Cada remedio te dará tres egos en lugar de uno.
La gente ha utilizado muchos remedios y se han convertido en muchos egos. No llevas solo un ego dentro de ti, llevas muchos. Ego sobre ego —están haciendo cola, te rodean por todos los lados, son como una muchedumbre, estás perdido entre la multitud, no sabes quién eres, porque hay demasiados farsantes a tu alrededor diciéndote: «Esto eres tú, Yo soy tú. ¿Dónde miras? Yo soy tú mismo». Cada deseo, cada fragmento de tu mente reclama ser el amo y señor, así es como se crea la esclavitud. Cada remedio aporta a tu Ser tres egos en lugar de uno. ¿Cómo es esto? Al aceptar un remedio eres ese quien ya eres, además de ser aquel que te ayuda a ser alguien distinto de quién eres, y además eres el otro que esperas llegar a ser. El remedio demuestra ser mucho más peligroso que la enfermedad en sí.

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