Motivada
Motivada, si motivada por los
sucesos que dan luz a este Ser. Recuerdo años atrás haber estudiado la
motivación, impartido e incluso exponerla una y otra vez en distintos espacios recorridos
por estos pies, por allá de los años noventa, cuando de dar capacitación se
trataba. En aquel entonces tenía clara la teoría para exponerla sin embargo he de reconocer que
no me satisfacía. Lo que me quedaba
absolutamente claro y a lo cual me aferraba fue el descubrir que la
motivación no viene de fuera, se gesta en las profundidades, cual
motor que genera energía. Por aquel entonces también la escuchaba, bajo
distintos argumentos; vamos a una plática
motivacional, busca algo que te motive, ella motiva mi vida o él motiva mi
vida y hoy en pleno siglo veintiuno sigo escuchando los mismos argumentos;
buscar motivadores externos, que cosas. Pero bien, continuando conmigo, me
queda claro que cuando uno vive en el cambio se descubre la esencia de
la vida y eso me sucedió, si por aquel entonces mi generador era la motivación
aun no descubierta, ahora la ondeo en la cúspide de la dicha, ahora no necesito
de teoría alguna, ella me habita; estoy
tremendamente motivada. Motivada por
lo que hago y apasionada por lo creo y lo que brota de mi fuente de vida. Aunque siempre
me he concebido como energía en constante dinamismo, fue
hoy cuando realmente llegue a tocar la esencia de mis motivos. Gracias a sus
latidos por fin la he mirado traslucida y realmente divina y canto de alegría al
mirarla brotar en toda su expresión. Todo, absolutamente todo me motiva,
desde las hojas secas que cuelgan en mi zotehuela, hasta los más bellos aromas
que me abrigan por la noche cuando de caminar se trata. Estar motivada es como
reavivar el generador que traía implantado desde el día que nací. Canalizo tan
divina energía hacia mis propias creaciones, motivada por puro instinto,
intuición y amor hacia lo que hago esos son los ingredientes de mi motivación.
Estar motivada se ha descorrido en este viejo cuerpo para dar salida a tan
joven espíritu que ahora empieza a volar. A volar divinamente motivada por el
aire que respiro de un cosmos a otro, mirando mas allá de los continentes, endulzándome
del sabor de la vida y abrazando lo etéreo de Dios mostrándome cuan dichoso se es cuando se vive motivado.
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