Honestidad
De niña inicie a escuchar la palabra honestidad, a esa edad no se comprende
realmente el termino, son los actos quienes te llevan a comulgar con
ella, a manipularla para decir que eres honesta o desvirtuarla
para decir que hablas con la verdad. Ninguno de las tres escenas llena mi
corazón y no acepto el término porque de niña uno debe obedecer a sabiendas
que de que tal acto se emplea como control de otros. Hoy en día sé que obediencia proviene
de disciplina y disciplina es un acto sagrado que significa discípulo. Eso soy
hoy en día, discípula de grandes maestros, de Jesús, de Dios quienes van
alumbrando mi camino para ser honesta conmigo. Me disciplino segundo a segundo para no
caer en la falsedad de mis actos. Amo tal virtud en tanto posea la cristalina fuente
del origen, de ahí proviene mi pasión por ella pues he descubierto el maravilloso efecto que tiene en
mí y en los seres amo. Ser honesta me demanda hasta el mínimo gramo de
conciencia y disciplina aun estando en el sueño más
profundo. Cuando sonrió a alguien de manera forzada, mi conciencia de inmediato
me grita cuan falsa soy, aun cuando me avergüence, a eso llamo trabajar conmigo; "darme cuenta". Es el trabajo de aceptarme tal cual soy, es la toma de conciencia cuando de disciplinarme se trata; sacar de mis entrañas toda aquella falsedad que me habita
para ser honesta conmigo, por el único deseo de ser más humana y estar alerta
para mirarme con la verdad. Ayer escribía cuan
feliz me siento y en este instante
reitero mi felicidad, el motivo o la razón era este; descubrirme. El gozo se siente desde las profundidades del corazón pues
se encienden nuevas luces que me dejan maravillada. Así de simple concibo la dicha que me pone
alegre, feliz, ahora mismo en mis bolsillos solo tengo unas cuantas monedas y
me siento feliz al descubrir que el dinero no me da la felicidad. Miro al ser
humano desgarrarse la existencia para conseguir lo material y ser felices
y lamento relucir mi desprecio por tal enajenamiento, pero es lo que siento y aunque
me lea horrorosa a eso llamo honestidad, hablar con la verdad, si evadiera mi
pensamiento sería la mujer más falsa de este planeta. Pero no seguiré
atrayendo veneno a mi corazón retorno a la dicha que uno siente cuando se es
capaz de Ser feliz, solo por serlo, incluso tomo conciencia de cuan hermoso
es dejarse Ser a la hora de hacer limpieza a las profundidades
del corazón. Ayer también escribía en las redes sociales; me esfuerzo por honesta, hoy asevero con total conciencia; dejare de esforzarme por ser honesta y
permitiré que la deshonestidad me
invada solo así sabré si aún me habita. Ese es el trabajo que me espera a
eso llamo limpieza profunda al corazón, estar alerta de cuanta basura vaya
brotando observándola, mirándola salir esa es realmente mi
felicidad. Ahora voy a preparar mi desayuno
y seguramente al atardecer estaré soltando confesiones de honestidad que
brotaron de esta mujer.
Soy Consuelo y amor Ser
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