Ofrenda a mis muertos

Noviembre, dulce noviembre que me habla de un nuevo amanecer, un nuevo iniciar. La muerte llega para abrir paso a la vida. Celestial inicio, bendita conciencia que recibe amorosamente a la muerte y la vida. Soy parte de ambas, amo su esencia las dos me habitan y gloriosamente fundo mis letras en ellas

Aun antes de saber que la muerte me pertenecía, las ofrendas me embebían.

Pertenezco a las multitudes, soy multitud, soy vida, soy muerte

Ahora mismo que regreso del mercado fue inevitable no recordarme en el pasado, viviendo y sintiendo los aromas para esperar a mis muertos. Amo ser participe de tan divinas costumbres mexicanas. Años atrás amaba imbuirme en el ritual para colocar la ofrenda a mis muertos, comprar la flor de zempoazuchitl, las ollas, las cazuelas para vestir la mesa, las veladoras o el incienso para recibirlos y por supuesto sus alimentos que no faltaban en el altar. Exquisitos recuerdos que alegran el corazón de tan gloriosa celebración

Ofrendar a mis ángeles es una devoción

Colocar un altar es una situación sagrada, es una entrega de amor y recuerdos hacia mis muertos. Ahora ya no les coloco altares, ahora les ofrendo mi propio templo; "yo"

Por muchos años me aferre a sus tumbas...basto sentirlos en el diario caminar para soltar lo material.

Benditos sean en la eternidad

Ella...me heredo  firmeza y voluntad para no desfallecer  q.e.p.d.

Ël...mostró a mi corazón la esencia del "amor incondicional" q.e.p.d.