Mis etiquetas
Dicen que al nacer me miraron tan chata, que de inmediato me dijeron chata, fue mi primera etiqueta al latir. Los años pasaron y debí entrar al ambiente
escolarizado para descubrir que me llamaba Consuelo, aunque ya tenía más de una
etiqueta como barragán, gorda o fea al final de cuentas eran etiquetas y no es
una cuestión de autoestima, no, es una situación que la periferia coloca
irremediablemente. Recuerdo perfectamente que entre los 9 y 10 años al saber
que me llamaba Consuelo el inocente corazón no cabía de alegría, pues además de
las etiquetas extras que ya poseía, descubría una linda etiqueta; Consuelo. Así se inició el acumulamiento
de etiquetas, etiquetas que sin menospreciarlas, aun las más devaluantes, se fueron colocando en este hogar que ya me
pertenece. Algunas se filtraron en mi corazón, otras pasaron desapercibidas. Transcurrió
el tiempo y las etiquetas que la periferia me colocaba se multiplicaron; mujer,
católica, mexicana, hija, madre, esposa, hermana, morena, alta, gorda,
campesina, pobretona, malencarada, naca, indígena, conflictiva, gritona y no
sigo la lista porque no se de más etiquetas colocadas a este SER. Amo ser capaz de mirar con el corazón, sin ego alguno, la gama
de etiquetas que la periferia ha colocado a esta mujer, sean naturales o
devaluantes, por el contrario me hace feliz descubrir que soy capaz de esparcirlas por el mundo, soltarlas y
transparentarlas centrada, sin vergüenza alguna, mirar que solo fueron eso; etiquetas, que ruedan y ruedan por doquier,
de boca en boca, de mente en mente y lo más valioso es que esas etiquetas jamás se adhirieron a este corazón,
mucho menos tambalearon la esencia de mi SER.
Y ahora que lo escribo, tomo conciencia que jamás me importaron, solo me afianzo a las etiquetas que me dan identidad. Y no es que
lo escriba con desdén o ira, no, lo
escribo como parte de una profunda limpieza a este hogar, como una toma de conciencia y un
darme cuenta del tramo que vengo recorriendo para tocar realmente la gloria de
SER. Ayer escribía acerca del equilibrio, hoy esparzo por el mundo las
etiquetas que en nada contribuyeron con este SER cósmico.
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