Amándolo
Amaras al
señor TU Dios con todo tu corazón, con toda TU alma y con toda TU mente….palabras
de Jesús que me invitan a dibujar lo que me habita.
Mi corazón
camina con el… se manifiesta entre el suave viento que toca mi piel dentro o fuera de casa. Sorprende a este corazón
desplegándose por el vasto cielo bajo un tenue arcoíris apenas visible para quienes
admiramos tan glorioso poder. Sabe que amo el trinar de los pajarillos, el
aleteo de los colibríes o la gloriosa orquesta natural. Comulgamos con la frescura
de la lluvia o la avasallante humedad que recibe el radiante sol. Amaras a TU Dios
con todo TU corazón es la religión que alimenta mis sentidos y no concibo
ninguna otra manera de rendirme ante su sagrada esencia…solo amándolo, amándome.
Con toda
mi alma, claro que con toda mi alma. Ella
y yo nos conocemos profundamente. La siento cuando tiembla de dicha o se
sorprende ante la magia de la vida. Me alerta hermosamente para mirar más allá
de la realidad. Ella sabe que yo sé y ambas comulgamos la pureza de la
vida. Me guía cuando me desperdigo, centrándome en la divinidad y la gloria.
Con toda
tu mente…..nadie tenía derecho a domesticar mi mente, gracias a él, a Dios, me
he rescatado. La responsabilidad de esta mente, solo a mí me compete. Debieron pasar décadas para tomar
consciencia de ella, de mi mente ahora esta alma responde por ella.
Amaras al
señor… si lo amo, me ama y ambos somos uno.
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