Amo ser
Cual magia que impregna los sentidos, mi corazón aclama incesantemente a
mis dedos fundir la mente y el alma para plasmar un día perfecto.
Un día perfecto habla del pasado, de lo que se ha marchado dejando en esta
mujer una combinación gloriosa de sentimientos, una mezcla de exquisitos sabores
y colores, manjares que solo el alma aclama
cuando de vivir en el paraíso se trata.
Describir un día perfecto no es una utopía, es una realidad apta para
valientes del corazón que se arriesgan a dar saltos al vacío, con el único fin
de tocar la divinidad en su total pureza.
Basto levantarme, respirar el aire frió y congelante como obligándome a
retornar a la tibieza de la cama, era la mente que aún no termina de aceptar
los designios de esta mujer. Era la mente que insistía en derrumbarse entre las
cobijas, como esperando que el hastió y la flojera llegaran a invadirla. Pero el
apasionante corazón ha dado saltos cuánticos y sabe magistralmente como
levantarla de la cama, abrazándola cálida y mágicamente.
El cielo despejado, profundo y aperlado como hablando de su celestial
divinidad, la orquesta de pajarillos tocando tan conocida melodía que apaciguan
los sentidos, las hojas danzando melodiosamente al ritmo de un viento apacible, la
humanidad despertando.
Iniciaba el día y su transcurrir iba
dejando angelicales mensajes pintados en lienzos que se desplegaban entre la
inmensidad del cielo y la mirada de este rostro, uno a uno surgían, cual derroche
de obsequios para esta mujer. El día llegaba a su fin, y este cuerpo tintineaba
de alegría, impregnada de regalos divinos conmoviendo las profundidades de este
hogar.
Llegado el momento de entregarme a las profundidades del sueño, me volví
acurrucar entre las sabanas, envuelta por el mágico a sabor de la vida, había
contactado humanamente, había sido "una" con la vida.
Hoy es un nuevo día y no espero que la historia se repita.
Hoy me anclo en el instante, el pasado me mostró la cara de la dicha, lo radiante de vida. Hoy soy dicha, soy un nuevo amanecer.
Hoy me anclo en el instante, el pasado me mostró la cara de la dicha, lo radiante de vida. Hoy soy dicha, soy un nuevo amanecer.
Soy consuelo y amo SER.
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