Despertar

Hermosamente lista para mirar diferente. Todo un cumulo de pensamientos se volcán en mi mente urgiendo al espíritu teclearlos al ritmo de los divinos dedos que posee esta mujer. Una mujer que al fin se encuentra frente a su grandiosa cascada de dones, dones que la invaden por doquier. Dones que un día fueron enmohecidos por pensamientos que adormecían o cegaban mi mente. Fue el rebelde corazón quien demandaba el paraíso, la dicha de la vida, pero a esta mujer siempre le ganaban los pensamientos de los demás, el adoctrinamiento al que hubo que sujetarse al paso de los años pensando tontamente que eso era “la verdad”. Pensaba que la verdad se encontraba en lo que decían los demás, entonces obedecía a la verdad cual cordero que iba directo al adormecimiento, ese era mi estandarte de cada despertar. Y cada despertar dolía, generaba ansiedad y miedo, pero mi hermoso corazón susurraba al oído; “eso no es real” como invitándome a despertar, a despertar desde las profundidades del alma misma para llegar a mirar la realidad, mi realidad. Cuando mi ser aclamo poner en tela de juicio la verdad de la vida, la esencia de la vida, fue entonces cuando el camino divinamente se inicio a despejar para llevarme a despertar.

Hoy al despertar por fin mi corazón y mi mente sintieron realmente la dicha de existir, la gloria de saborear el luminoso sol que se posa en mi rostro para fundirme entre las profundidades de mi hogar, mi hogar interior, en total paz cual lago que refleja lo celestial de su existencia. Así fue mi despertar, realmente despierto a la vida, consiente de mis propios pensamientos. El corazón dirige a la mente y la mente sabe que jamás volverá a atropellar al corazón....eso es despertar para consuelo, esa es la magia de la vida.