Consuelo Barragán Flores

Amo ser mujer...cada respiro de vida me deja impregnada de una totalidad divina, con un espíritu glorioso firme y confiado. Amo intuir cada sonido de la naturaleza, cada tintinear de los corazones, cada gota de felicidad que  toca a mi puerta para entrar. Amo, amar...conozco lo sagrado del amor y no volverá a partir.

Cualquier cosa que hagas puede acercarte al punto de la oscuridad o de la iluminación. Dos posibili­dades dentro de ti, dos posibilidades que solo tú elijes: explotar en una experiencia de iluminación o que­ darte encerrado en la noche oscura del alma. ¿En qué dirección vas?   

Cuando amo a alguien, me siento agradecida de que esa persona me acep­te, de que acepte mi amor y no me rechace. Eso es suficiente. No me convierto en una prisión para él o ella. Dejo atrás las suposiciones que solo encarcelan; «si me amas, no puedes amar a nadie más.» Suposiciones que han dominado a la humanidad desde el principio mismo. Hablo del amor universal, no hago referencia al amor de pareja, hablo del amor que se despliega por los poros cuando caminas por la vida, de ese amor hablo.   Si amo a alguien me siento agradecida y su libertad permanece intacta. No soy yo quien se la da. Es su derecho de nacimiento y mi amor no puede quitárselo. ¿Cómo puede el amor llevarse la libertad de alguien, en particular la de la persona que amas? Es su derecho de naci­miento. Ni siquiera puedo decir: «Yo te doy la libertad.» Para empezar, ¿quién soy yo?, sólo soy una extraña. El amor es el elixir que me llevo a erradicar la ansiedad, la angustia a reencontrarme con la alegría, a ...

Tu rostro cambia continuamente. Si ves a un extraño, muestras un rostro, si ves a un amigo de inmediato tu rostro cambia, si estás frente a un compañero de trabajo presentas otro rostro; si tu jefe está ante ti, tienes una expresión distinta. Continuamente cambias tus máscaras porque dependes de la situación, no estas integrado, requieres de tus mascaras para sentirte bien, para sentirte seguro, no estás integrado. Las cosas de tu entorno te cambian, pero ese no es el objetivo de la vida. La vida es lo que te habita y no necesitas depender del entorno. Suceda lo que suceda a tu alrededor es irrelevante; lo que te habita te pertenece, es tu esencia no necesitas cambiar de máscara.

Sereno y apacible cual vasto océano es el hogar de esta mujer. cristalino y transparente, lo mires por donde lo mires, confiado y seguro al enfrentar huracanes, infinito y sagrado, late, vive!

Un momento memorable, un instante de vida y misterio, imagen que capturaron mis dedos cuando me encontraba en casa de mi madre, en su amado negocio "Costa Esmeralda", negocio que ha inspirado mi tercer libro. El primer libro lo titule abriendo brecha , el segundo, y que aun no he concluido se titula; " Denuncia Ciudadana" y el tercer libro sera esta nueva linea que se poso mágicamente en mis pendientes; "Costa Esmeralda, Negocios Familiares"

Los misterios van surgiendo en el camino, los captura la luz de este cuerpo y place a mi corazon quedarse con su magia divina.

Ayer que llegaba a la oficina capturaba esta imagen camino por donde he de pasar para llegar al destino, pareciera lucir siempre igual, pero no es así, aquel día en especial me obsequiaba un panorama diferente, un panorama asolado por el viento y el frió, panorama que me obligo a detenerme para admirarlo. Siempre he argumentado que las cúpulas,  los ángeles y arcángeles cuidan de consuelo y aunque el aire se golpeaba furiosamente contra este cuerpo, serenamente lo recibía pues ya nos conocíamos desde antes de nacer. Al salir de la oficina me detuve sorpresivamente para admirar la esencia divina de la vida, quien dejaba regalos impredecibles en mi camino. ...un día de consuelo, un obsequio de la naturaleza; frió y viento.

Simplemente vive este momento tan sinceramente, tan totalmente como puedas, sin dejarte molestar por el pasado o el futuro. Sin distracción, entra en él profundamente y eso es suficiente.

Las personas realizadas no hablan como los demás. No son oradores, no son conferenciantes; simplemente abren su corazón. Quizá el ritmo de su corazón cambie el ritmo del tuyo. Escuchándoles, puede que no recibas la verdad, pero quizá te transporten a otro mundo: un mundo de silencio, un mundo de inmensa paz, un mundo de bendición. Y esos mundos son muy útiles para la búsqueda. 

Esplendoroso levantarme  recorrer las cortinas y recibir la luz del sol. La luz que inunda un rostro que recién  se levanta para recibir  el día. Una luz que ya habita este corazón. Una luz que ya me dicta el camino. Una luz que sabiamente captura esta mente para vivir el instante.

Es la familia que conoce la esencia de consuelo. Son los hombres que amo y me aman. Es el amor incondicional que se respira en casa. El, me obsequio el espacio y la vida me obsequio el conocimiento. Amo recibir a las emociones, a los sentimientos, a hombres o mujeres que llegan hasta aquí  para llevarlos a conocer su mundo interior... Que como sucede?... no lo se, a veces cuando diseño la estrategia para armar las piezas de las emociones, todo confabula para desarmarse. Pacientemente solo me imbuyo en el mundo interior del otro, abordo sus emociones, lo llevo a mirarse, entonces sucede...entonces se descubre!

Cuando sigues el camino trazado por la vida y no te resistes a el; caminas confiado. Y eso sucedió a esta mujer, basto  mirar la simpleza de la vida para caminar confiada, caminar impregnada de serenidad, caminar de la mano del destino, soltándome  en los designios de la vida.

La lógica dice que las cualidades simples son indefinibles.  Por ejemplo: alguien te pregunta qué es “amarillo”.  “Amarillo” es una cualidad muy simple; ¿cómo lo definirás?  Tú dirás: “Amarillo es amarillo”.  Y el hombre te dirá: “Ya lo sé, pero ¿cuál es la definición de amarillo?”.  Si contestas “amarillo es amarillo” no lo estás definiendo.  Tan sólo repites lo mismo otra vez.  Es una tautología. G.E. Moore, una de las mentes más penetrantes del siglo pasado, ha escrito un libro, Principia Ethica.   El libro en su totalidad consiste en un persistente e intenso esfuerzo por definir “bien”.  Tras esforzarse desde todos los ángulos en doscientas o trescientas páginas –y doscientas o trescientas páginas de G. E. Moore equivalen a tres mil páginas de cualquier otro-  llegó a la conclusión de que “bien” es indefinible.  No puedes definir “bien”.  Es una cualidad absolutamente simple. Lo primero que hay que comprender es que...

La vida carece de importancia en sí misma. Sólo es significativa si eres capaz de cantar una canción a lo eterno, si puedes liberar un poco de fragancia divina, un poco de eternidad: si eres capaz de convertirte en una flor de loto, inmortal y eterna.  Si aprendes a convertirte en puro amor, si eres capaz de embellecer esta existencia, si puedes convertirte en una bendición para esta existencia, solamente entonces la vida tiene significado; en caso contrario, no tiene sentido. Es como un lienzo en blanco: puedes cargar con él durante toda tu vida y morir aplastado bajo su peso, pero ¿para qué?                                              ¡Pinta algo en él!              ...

Explorar pacientemente los dones que la vida me otorgo, Descubrir la magia de la mente cuando evoco a seres amados, Soltarme en la nada, para recibir a Dios, Navegar entre el rió de las emociones que me contactan, Hacer limpieza a mi hogar interior, Sentir a la vida, vibrar con la vida, Orar cuando la maldad pasa muy cerca de mi, Me hace feliz, tocar la esencia del amor Sentir amor Dar amor.

Ésta es la belleza de las velas: en una habitación puedes encender una vela o puedes encender miles de velas. Las velas pueden ser mil pero la luz será una. 

Basta con entender la naturaleza de la avaricia para comprenderla. Basta comprender la avaricia para  librarse de ella; la comprensión lo aclara todo .       

Nacer y renacer; son dos momentos sublimes de la vida. Momentos que pertenecen a las almas  que llegan a este mundo. Nacer es por naturaleza propia.  Renacer es efecto de una profunda voluntad bajo cualquier obstáculo que atraviese  el corazón. Renace quien toca las profundidades del alma quien vive;  con conciencia,  con inocencia con sabiduría. Renacer no es una cuestión de trivialidades. Renacer es una cuestión de valentía .

Place a mi corazón llegar a casa de mi madre,  escuchar el dulce trinar de los canarios, absorberme  en el silencio de sus muros y deleitar a mis dedos para escribir una ofrenda de  vida.  Si...la vida festeja a la muerte,  a la muerte de dos almas, almas que son la fuente de inspiración de  esta mujer. La vida festeja a la muerte...  son mujeres, son hombres que festejan la esencia  de la muerte no le lloran, no le temen, mucho menos se esconden de ella gloriosamente la esperan. Noviembre, dulce noviembre que regalas a mis ojos el aroma del incienso, el colorido del zempoazutchitl y la majestuosa danza de la vida.