Sabiduria
La
sabiduría es cautelosa. La sabiduría duda. La sabiduría nunca está segura. Por
eso la sabiduría nunca puede estar confinada en una
teoría. Todas las teorías son menos que la vida, todas las teorías son
estrechas, y la vida no puede entrar en ellas porque la vida es vasta,
tremendamente vasta e infinita. Un sabio sólo sabe una cosa: que no sabe. Un
hombre de conocimiento sabe mil y una cosas y sabe que sabe ‑y en eso radica
la fragilidad del hombre de conocimiento.
Cuanto
más se llena su memoria de conocimientos, menos, menos
vive en su ser. Cuanto más y más entra en la cabeza, se
convierte en una parte, un fragmento, menos y menos está unido al ser
enorme, y al universo y la existencia. En un sentido, se vuelve no‑existencial, porque ya no es una parte de esta existencia,
viva, radiante, vibrante. Es un fenómeno congelado;
ya no fluye con la vida. Es un iceberg, helado y estancado en alguna parte ‑estancado
en la cabeza.
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