La ley de la vida
La
ley de la vida es de equilibrio total. Si vas en contra de ella, si eres contrario
a la ley, de pronto pierdes el equilibrio. Entonces desaparece la felicidad.
Te vuelves infeliz, te vuelves triste, sufres. Se ha creado un infierno. El
infierno es sólo un síntoma. No intentes luchar con él. Tan sólo trata de
comprender dónde has ido en contra de la ley, eso es todo ‑y luego vuelve,
recobra el equilibrio-. Siempre que estés triste, no intentes cambiar la tristeza,
no la sustituyas por la falsa felicidad o la enmascares con él “estoy bien”, no
intentes hacer nada con ella. La tristeza es sintomática. Simplemente te muestra
que en alguna parte has ido en contra de la ley. Encuentra el equilibrio de
nuevo. Quizás necesitas un giro. Quizás necesitas apoyarte un poco más hacia la
derecha o la izquierda para recobrar de nuevo el equilibrio. Esto es la clave
de la vida, retornar al punto medio entre la felicidad y la tristeza, entre
el odio y el amor, entre la ira y la bondad, y esta práctica no solo es de un instante,
requieres llegar a ser un verdadero malabarista para equilibrar los humores de
la vida.
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