La armonía de las emociones
Las emociones no pueden ser permanentes. Se mueven y
continuamente cambian de un estado a otro. En este instante quizá te encuentres
tranquila, en otro momento te hallaras tal vez triste, quizá al llegar la noche
te enfadaras y al despertar tal vez la desesperanza te abrume. Son
los cambios naturales de las emociones, son los estados de alerta que te hacen
latir.
Abra momentos en que seas muy compasivo o muy cariñoso, tal vez estarás lleno de odio; tal vez la mañana
sea hermosa y la noche fea.
Esto continúa. Una emoción pasa del mismo modo
que pasan las nubes cuando miras por el cielo. No
existen emociones ni buenas ni malas, ni agradables, ni desagradables. Son solo estados
tan naturales como el día y la noche, como el viento o la lluvia, como el frio
y el calor. Y si las reprimes lo único que lograras será almacenarlas en tu
corazón. Las emociones viven en armonía, las emociones son como una bella
composición musical, con notas altas y notas bajas.
Una persona completa, total, es aquella capaz de emplear ambos
estados y no permite que el consciente ejerza interferencia alguna sobre el
inconsciente, ni al revés.
Creemos en la vida en su totalidad, en sus días, en sus
noches, en los días soleados y en los nublados. Todo en la vida se puede
disfrutar. Solo necesitas un poco más de percepción, más consciencia de lo que
sucede.
No intentes elegir. Más bien, permanece sin elegir y crea una
armonía, conviértete en una armonía. No crees ningún conflicto dentro de ti ‑seas
lo que seas, eres bello, tienes todos los ingredientes para crear una armonía.
Si desechas algo, más tarde te arrepentirás, porque esa parte desechada será
necesaria algún día. Algún día la
echarás de menos y entonces verás que era necesaria. Tenía que estar ahí, y tú
la desechaste. No deseches nada. Usa todo lo que Dios te ha dado. Haz una
armonía con ello. La armonía de las emociones es la meta de una vida dichosa.
wuua!!! esta líneas me quedaron como anillo al dedo bendiciones gracias por sus hermosas letras
ResponderEliminarGracias Isabel, me alegra mucho que sigas lo que aprendio una servidora, observas como después de morir uno renace....abrazos!
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