Cuando la mente no para...

No somos conscientes; por eso es que desconocemos lo perturbados que están nuestros cuerpos.  No puedes sentarte en quietud y si tratas de sentarte en quietud por primera vez te darás cuenta de los sutiles movimientos del cuerpo: la pierna comenzará a decirte algo, la mano empezará a decir algo, el cuello empezará a decir algo, cada parte del cuerpo comenzará a suministrarte información.  ¿Por qué?  No es que cuando estás sentado en quietud el cuerpo se empiece a mover, se está moviendo a cada instante.  Es porque estás ocupado en otras cosas que no te das cuenta.  Hay sutiles movimientos constantemente: tu cuerpo se está moviendo constantemente.  Este constante oscilar no se debe en realidad a tu cuerpo.  Pertenece a tu mente.  El cuerpo sólo lo refleja.  No puedes ni siquiera dormir en una postura inmóvil.  Durante toda la noche te estás moviendo de aquí para  allá, moviéndote y moviéndote y moviéndote

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