Abrazos divinos!


Cuando la música toca mis sentidos dios empieza a susurrarme. Todo mi ser late a un ritmo diferente como abrazándome misteriosamente, balanceándome cual oleaje divino que tintinea de alegría. El rostro se impregna de una luz que momentáneamente puede llegar a tocar las estrellas. La música me hace vibrar y sentir la presencia divina de la vida.

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