Trinidad ∆


La armonía me demandaba
su existencia
desde el día que los olvide.
Sutilmente tocaba las puertas
de este cuerpo para abrir paso
a tan sagrada trinidad.
SI, la trinidad espiritual,
la trinidad divina.
No hablo de aquella trinidad
que deja huellas de estancamientos
en el alma.
Hablo de la trinidad
que me habita,         
desde el día que nací;
cabeza, corazón, sexualidad.
Tres ángulos que dan origen
al triangulo de mi existir,
tres ángulos que unifican
este Ser.
Tres ángulos que elevan
a esta mujer

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