Nuestra esencia


Nuestro ser esencial es antes que el pensamiento y después del pensamiento.  No desaparece cuando el pensamiento aparece, pero sí se nubla… al igual que un sol rodeado por demasiadas nubes.  Cuando hay nubarrones negros da la impresión de que el sol ha desaparecido.
Nunca perdemos nuestra esencialidad, no es posible.  Eso es precisamente la esencialidad, no puede perderse.  Es nuestra naturaleza más íntima, y por ello no hay forma de perderla.  Pero puede nublarse. La llama puede nublarse a causa del humo, y puede pensarse que se ha perdido.  El sol puede hallarse tan nublado que dé la impresión de que se ha hecho de noche.  Eso es lo que ocurre con nuestra esencia.  Somos antes que el pensamiento, somos mientras el pensamiento está ahí,  seremos cuando el pensamiento haya desaparecido.  Siempre estamos aquí.  Pero cuando surge el pensamiento es muy difícil saber quiénes somos y qué es exactamente esta consciencia, esta esencia.

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