Me habita
Ya le urge poseer el teclado
`para plasmar lo que le
irradia;
se centra para dejar salir
su hermosa divinidad,
se expande cual ondas
serenas del lago
se pierde en el infinito.
Traspasa de polo a polo
su dicha por brillar.
Se sabe gloriosa
al tocar la tierra
con la firmeza de sus pies.
No cabe de alegría
al saberse iluminada
y elevada al cosmos.
Es única
es irrepetible
es el alma
de una mujer.
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