En silencio


Si hablas Dios no está. Si habla Dios, tu eres el que no está.  Si te disuelves, si desapareces, entonces le escuchas.  Entonces él habla desde todas partes –en cada trino de cada pájaro y en cada murmullo de todos los arroyos, y en el viento al acariciar cada pino-.  Está en todas partes… cuando tú estás en silencio.

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