Un respiro
Ayer alegría....hoy agotamiento,
la cabecita reclama un alto
para darle un poderoso
respiro de vida.
Un respiro que inhale profundamente
el aire virginal,
invisible,
sagrado.
Abrirle paso por la nariz
para llevarlo delicadamente
hasta el estomago.
Entonces, solo entonces,
fluira libre y vigoroso por mis venas,
hasta llegar tocar con toda su pureza
las neuronas que se alojan impacientes
en este cerebro.
Unos instantes más,
de esta sagrada purificación
y ahora si; mi cabecita
esta lista para iniciar
tan hermoso día.
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