Perfección


Esta es una declaración que tropezó con mis ojos: 
“Perfeccionista es el que recibe un gran dolor y devuelve un dolor aún mayor”.
¡Y el resultado es un mundo desgraciado!

Todo el mundo trata de ser perfecto.  Y cuando alguien empieza a tratar de ser perfecto, también empieza a esperar que todos los demás sean perfectos.  Se convierte en un censor; empieza a humillar a la gente. 
Al no poder ser perfecto, empiezas a sentirte culpable, te pierdes el respeto a ti mismo. Y el hombre que se ha perdido el respeto a sí mismo pierde toda dignidad de ser humano.  Tu orgullo ha sido aplastado, tu humanidad ha sido destruida por bonitas palabras como perfección.
El hombre no puede ser perfecto.
Sí....hay algo que el hombre puede experimentar, pero está más allá de la concepción del hombre corriente.  Hasta que el hombre corriente no experimente también algo de lo divino, no podrá conocer la perfección.
La perfección no es como la disciplina; no es algo que se pueda cultivar.  No es algo que tengas que practicar.  Pero eso es lo que se le enseña a todo el mundo, y el resultado es un mundo lleno de falsedad que saben perfectamente bien que están huecos y vacíos pero siguen aparentando toda clase de cualidades que no son otra cosa que palabras vacías.
                                        

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