Camino con él


Dios es alguien que tú creas cuando vives plenamente, intensamente; con todo tu corazón, sin reprimir nada.  Cuando tu vida se vuelve simplemente un gozo momento-a-momento, una danza momento-a-momento, cuando tu vida no es otra cosa que un festival de luces, entonces, cada momento es precioso porque un vez que se va, se va para siempre…
Vive gozosamente, contento, satisfecho, compartiendo tu amor, tu silencio, tu paz; que tu vida se convierta en una danza tan bella que no sólo tú te sientas bendito sino que puedas bendecir al mundo entero: este es el único camino auténtico.  La vida en sí misma es el criterio; todo lo demás no es esencial.
Cada individuo es tan único que no necesariamente deberá viajar por todo el mundo para encontrar el objetivo de la vida.  Por el contrario, todo el mundo tiene que encontrar su objetivo, sin seguir a la masa, sino siguiendo su propia voz interior, no en muchedumbre, sino siguiendo un estrecho sendero.  El cual tampoco ha sido creado por nadie.  Lo creas tú al caminar.
El mundo de la vida y la consciencia es casi como el firmamento; los pájaros vuelan pero no dejan ninguna huella.  Cuando vives profunda, sincera y honestamente, no dejas ninguna huella, nadie tiene que seguirte.  Cada uno tiene que seguir su serena, pequeña voz.

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