Auténtica y realmente


La vida da tanto, que podrías ser un emperador.  Para serlo no necesitas un imperio; ser emperador es sólo una forma de vivir auténtica y plenamente. Si no es así mendigaras como los supuestos emperadores.  No están vivos, están en el mismo bote que tú; por dentro están tan vacíos como tú.  Tú pides más y ellos piden más.

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