Tomando conciencia




En el momento en que tu consciencia se haga un continuo, no necesitarás de la mente. Ya no habrá un planear; tus actos pro­vendrán de tu consciencia, no de tu mente. No habrá entonces ne­cesidad de disculpas ni necesidad de ofrecer explicaciones. Serás lo que tengas que ser, no habrá nada que esconder. En ese mo­mento seas lo que seas, eres. No puedes ser nada más. 

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