Mi templo


Mi templo se erigió
cuando nací.
Mi templo se destruyo
cuando lo desconocí.
Y renació cuando lo descubrí.
No necesito caminar
más allá de mi nariz
para tocar su inmensidad,
para sentir su poder
y perderme entre su magia.
Ahora mismo esculpo
centímetro a centímetro
su piel 
para brillar y celebrar en el.

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