Florecer


El florecer es siempre un lujo, no una necesidad. Ningún ár­bol necesita florecer como algo necesario, las raíces son suficien­tes. El florecer es siempre un lujo. Las flores llegan sólo cuando el árbol tiene demasiado, cuando necesita dar, cuando necesita compartir.        
Cuando tienes en exceso, la vida se convierte en una danza, una celebración. Pero la sociedad no te permite bailar, celebrar, pues la sociedad tiene que controlar que nunca tengas más ener­gía de la necesaria. Sólo se te permite vivir al nivel mínimo. No se te permite ser demasiado, porque una vez eres demasiado no se te puede controlar, y la sociedad quiere controlarte. Es una domi­nación muy sutil.      

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