Dios...


Lo sabia, siempre lo supe...en el  instante de tocarlo todo se iluminaria. Más de cinco décadas mirando al mundo, siguiendo artilugios y fetiches creados por el poder que se dice humano. Por fin solté al mundo, por fin solté el barro hediondo que nubla al alma, toque la gracia que siempre me ha habitado….solo baje la mirada al corazón y ahí estaba: DIOS

Comentarios

Entradas populares de este blog

Barro hediondo

Cuatro palabras

Serenidad

Sintonizar con la vida

Fuerza de voluntad