Peregrinaje

No, Dios no es una meta; Dios es un peregrinaje. Eso tiene que quedar bien entendido.
El peregrinaje es lo importante; la meta tan sólo es una excusa para el peregrinaje. ¿A quién le importa la meta? Cada momento que se pasa en el camino es tan precioso, es tan glorioso, cada árbol y cada pájaro con los que te cruzas son tan infinitamente preciosos, ¿a quién le importa el camino? Cada instante es la meta.
La idea de la meta es la idea de la mente egoísta. Y, naturalmente,cuando piensas en la meta, piensas en llegar rápido...



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