Desayuno


Celebro el sabor  de vivir, sentir y conocer.
Aprender es como un suculento desayuno;
miras el alimento, lo llevas a la boca,
masticas lentamente recibiendo
todo un oleaje de sabores
entonces... tragas el alimento
para ser recibido apaciblemente
por el estomago.
Así es mi aprendizaje diario
cual desayuno diario;
contacto humanamente,
me pierdo entre el cosmos y la naturaleza,
celebro la gama de mis emociones,
y apasiona a mi cerebro aprender.
Suculento desayuno para el 
alma, el espíritu y la mente.

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