rostro angelical


Inesperado, angelical y casi mágico
me miraba su rostro lleno de ternura,
envuelto en un aura de inocencia y expectativa
al escuchar a una desconocida.
En tanto de mi boca salía sin
coherencia alguna,
una apabullante marejada de palabrerías,
intentando contactar con un rostro infantil.
El silencio que mostraba era acogedor,
envuelto en una tierna mirada.
Y solo cuando mama dijo su nombre;
una vocecita suave, acogedora y llena de magia
me dijo: Bruno
Fue un rostro angelical que toco
mi alocada mirada y apabullante palabrería.
Al despedirse, me envió una breve sonrisa.
Entonces toco a mi mente una urgente reflexión;
urgir a mi boca callar…
y dejar salir; solo aquello de verdadero valor.

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