Un instante de vida
Dos aristócratas húngaros
entablaron una lucha mortal. Pero como
ninguno de los dos deseaba arriesgar su vida en un duelo con espada o pistola,
acordaron un duelo sin sangre. Cada uno
debía decir un número y aquél que dijera el número más alto sería declarado
ganador.
Los segundos pasaban, la
excitación y el suspenso eran extremos mientras los dos nobles, sentados en los
extremos opuestos de una larga mesa, se disponían a pensar el número más
alto. El retador tenía el privilegio de
empezar y se lo pensó durante mucho tiempo.
Las venas de sus temporales se le hincharon y el sudor apareció en su
frente.
-Tres –dijo finalmente.
El otro duelista contestó
de inmediato:
-Bueno; me has vencido.
Cuando tienes miedo a la
muerte incluso el número tres es el más alto.
Cuando tienes miedo a la muerte sigues buscando excusas para seguir
viviendo. Tanto da que tu vida signifique
algo como si no; continúas buscando excusas para prolongarla.
Actualmente todos están
como locos tratando de prolongar la vida.
Esto simplemente demuestra que en algún lugar se está malgastando la
vida. Siempre que un país o una cultura
comienzan a pensar en cómo prolongar la vida, es porque la vida no se está
viviendo. Si vives la vida, incluso un
solo instante es suficiente. Un solo
momento puede ser equivalente a la eternidad.
No es una cuestión de duración, sino de profundidad; no es una cuestión
de cantidad, sino de calidad.
Simplemente piensa:
¿preferirías un momento de la vida de Buda o mil años de tu propia vida? De esta forma puedes entender lo que quiero
expresar sobre la calidad, la intensidad, la profundidad. La realización es posible en un solo
instante: puedes florecer más y más, pero también podrías no florecer en mil
años y permanecer oculto en la semilla.
Ésta es la diferencia entre
la actitud científica ante la vida y la actitud religiosa. La actitud científica está preocupada por prolongar la vida.
No le preocupa su significado.
Por eso puedes encontrar ancianos en los hospitales - que no hacen
nada, quieren morir, pero su cultura no
se lo permite. Su vida no tiene significado ni importancia alguna; carece
de poesía porque todo ha desaparecido y son una carga para ellos mismos. La duración de la vida no es el significado. Cuánto tiempo vives no es lo
importante. Lo verdaderamente importante de un instante de vida sera cuando religiosamente contactes con la profundidad de tu ser, cuando la intensidad de tus sentidos exploten de felicidad, cuando seas unan totalidad universal y te despliegues por el mundo terrenal....eso es un instante de vida
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