unidas
Si observas lo que es la vida podrás descubrir lo que es la muerte. Si comprendes lo que es la muerte, solamente
entonces serás capaz de comprender lo que es la vida. Forman un organismo. Por lo general, debido al miedo, hemos creado
la división. Creemos que la vida es
buena y que la muerte es mala. Creemos
que ha de desearse la vida y que ha de evitarse la muerte. Creemos que, de alguna forma, hemos de
protegernos contra la muerte. Esta idea
absurda crea interminables desgracias en nuestras vidas, porque una persona que
se protege contra la muerte se vuelve incapaz de vivir. Es la persona que teme exhalar y entonces es
incapaz de inhalar y se queda embarrancada.
Entonces simplemente mal vive; su vida deja de ser un flujo, su vida
deja de ser un río.
Si realmente deseas vivir has de estar dispuesto a morir. ¿Quién en ti teme a la muerte? ¿Teme la vida a la muerte? No es posible. ¿Cómo puede la vida sentirse asustada por su
proceso integral? En ti hay algo que
está asustado. El ego es el que teme en
ti. La vida y la muerte no son
opuestos. El ego y la muerte sí son
opuestos. Vida y muerte no son opuestos. El ego y la vida sí son opuestos. El ego está en contra de los dos, de la vida
y de la muerte. El ego teme el vivir y
el ego teme el morir. Teme vivir porque
a cada paso, al esforzarse en pos de la vida, hace que la muerte se acerque.
Si vives, te estás acercando a la muerte. El ego teme morir, de ahí que
también tema vivir. El ego simplemente
mal vive.
Hay mucha gente que ni está viva, no está
muerta. Esto es lo peor. Un hombre que está vivo plenamente también
está lleno de muerte. Ése es el
significado de Jesús en la cruz. Jesús
cargando con su propia cruz no ha sido plenamente comprendido. Y les dice a sus discípulos: “Tendrás que
llevar tu propia cruz”. El significado
de Jesús llevando su cruz es muy simple.
No es más que esto: todo el mundo ha de cargar continuamente con su
muerte, todo el mundo ha de morir a cada momento, todo el mundo ha de estar en
la cruz porque éste es el único modo de vivir plenamente, totalmente.
Siempre que te encuentres en un momento de total vitalidad, de repente
también verás ahí a la muerte. Sucede en
el amor. En el amor la vida alcanza su
clímax; de ahí que la gente tema al amor.
Al moverse en el tiempo, el polvo de las experiencias, del conocimiento,
de la vida vivida, del pasado, se acumula.
Ese polvo se convierte en tu ego.
Al acumularse, se convierte en una costra que ha de ser atravesada y
tirada. Uno se ha de bañar
continuamente, cada día –de hecho, a cada instante- de forma que esa costra
nunca se convierta en una prisión. El
ego teme al amor porque en el amor la vida alcanza su culminación. Pero siempre que hay una culminación de la
vida también hay una culminación de la muerte.
Vida y muerte van unidas.
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