dos orillas

Un descubrimiento muy sutil llega ante tus ojos cuando Dios camina contigo. Pero si estas envuelto en las urgencias externas del vivir, no lo conocerás.
Solo te diré que hay dos orillas, y tú estás en al­gún lugar intermedio entre esas dos: ni en movi­miento, ni quieto solo estas ahí.
Esfuerzo y falta de esfuerzo, movimiento y ausencia de movimiento, actividad y falta de ac­tividad, la materia y el alma: éstas son las dos orillas. Y, entre estas dos orillas, flota lo invisi­ble. Estas dos orillas son visibles… y entre ellas flota lo invisible. Eso eres tú.
Eso que flota entre dos orillas, eso que no se puede ver, eso que real­mente constituye un sutil equilibrio, nada más, entre estas dos orillas: eso eres tú. Eres el supremo yo ahora mira a Dios.


el solo acto de compartir esta experiencia me invade de gozo....:) 

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