ve a las raices

Ve a las raíces, permanece en el Todo. Durante veinticuatro horas, tan sólo veinticuatro horas, prueba no reac­cionar, no rechazar, suceda lo que suceda.
Si alguien te empuja y caes al suelo, cae. Luego levántate y ve­te a casa. No hagas nada con ello. Si alguien te golpea, hazle una reverencia y acéptalo con gratitud. Vete a casa, no hagas nada, sólo por veinticuatro horas, y verás una erupción de energía que no habías conocido antes, una nueva vitalidad surgiendo desde las ra­íces. Y una vez lo hayas conocido, una vez lo hayas probado, tu vi­da será distinta. Podrás entonces reírte de todas las tonterías que has estado haciendo, de todos los rencores, reacciones, venganzas, con las que has estado destruyéndote a ti mismo.
Nadie puede destruirte excepto tú mismo; nadie puede salvar­te, excepto tú mismo. Tú eres el Judas y tú eres el Jesús.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Barro hediondo

Cuatro palabras

Serenidad

Sintonizar con la vida

Fuerza de voluntad