El antes y el después nada tienen que ver con mi razón de Ser. Antes y después he recibido la vida con una sonrisa en el rostro cual religión imperturbable.
Es todo un arte meditar. Me ha llevado cantidad de tiempo aprender a meditar de manera personalizada, atendiendo mi naturaleza porque por mas técnicas, métodos o filosofías que intente aplicar para meditar me ha dejado apretujado el cuerpo, el cerebro colapsado y corazón en tremendas crisis por no lograrlo. Fue hasta que encontré un libro (el kybalión) donde encontré una corta definición del meditar que dice; meditar es todo un arte, es una “atención divina” y sabedora que soy amante del arte, pero del arte interior, no se piense en las grandes pinturas, esculturas o situaciones terrenales hablo del arte que se requiere para una transformación espiritual, hablo del arte para esculpir el alma y cristalizar espíritu. Fue un texto quien me dio la clave para iniciarme a meditar, debía hacer arte con toda mi existencia si deseaba lograrlo, fue el punto de partida, me esforcé a más no poder, me arme de voluntad para traducir cada acto de mi vida en reposo mental, una constante que no h
El cambio es la única constante. Frase que he escuchado a lo largo de los años. Termino que me apasiono desde el instante que tropecé con él. Me inicie en los noventa a hablar del cambio y no sé si por el destino o porque estaba viviendo un cambio, lo cual no significa que el cambio no me haya sucedido antes o se haya detenido no, por el contrario las veces que he estado en esta tierra me ha estado sucediendo segundo a segundo solo que no me percataba de él, estaba como dormida, corriendo tras falsos paradigmas o trabajando como desesperada para llegar al éxito, puras tonterías que no me permitían detenerme a mirar mis propios cambios. Hoy, el cambio y yo somos uno, lo siento y lo recibo. Gradualmente voy tirando pensamientos añejos que envejecieron por muchas vidas esta mente, me voy desprogramando pacientemente y desprogramarme me permite mirar el todo con mayor nitidez. El cambio siempre me estuvo sucediendo dejándome mensajes divinos, mensajes que perdía de vista. Hoy es difer
Cuando uno está lleno de claridad, todo se mira diferente. Un amanecer no está alejado de mí soy un amanecer. Un levantarme para caminar por la vida nunca ha estado cargado de pesares terrenales, soy vida que camina, por la vida. Un atardecer no está alejado de esta mirada, soy esa sinfonía de colores que invita a perderse en su tenue fallecer. Un anochecer no es abrir las puertas al insomnio, soy el anochecer que muere lentamente entre la vasta profundidad, sin temor al despertar. Soy existencia, soy luz y claridad todo lo miro diferente…
Celebrar la existencia es nuestro motivo de vida. Pues la existencia no puede prescindir de nosotros. La existencia nos ha dado una oportunidad, una vida llena de tesoros inmensos que se esconden en nuestro interior: la belleza, el éxtasis, la libertad. ¡Pero no eres existencia! Eres lo que otros han decidido por ti. Y la existencia solo te pide que creas en ella. Si no puedes experimentar el cielo, las estrellas, el atardecer, el amanecer, las flores abriéndose, los pájaros cantando... ¡Toda la existencia es un sermón! Aun no has llegado a sentir que existes en todas partes, que tu esencia se despliega cual brisa al amanecer. Sólo tienes que confiar en ti mismo, que es otra forma de decir; amarte a ti mismo. Y cuando confías en ti mismo y te amas, entonces, obviamente, te has responsabilizado de lo que eres, seas quien seas. Eso te da la experiencia de SER… y será tan tremenda que nadie te podrá esclavizar, manipular o someter. ¿Puedes ver la belleza que hay en un indi
La esencia de Dios es la esencia de todo el mundo. La llevas contigo, depende de ti desarrollarla totalmente. Si no quieres hacerlo, también es tu elección.
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