Terrenal/Celestial


Si existe algo de lo que me puedo sentir orgullosa es del hecho de poseer la capacidad de vivir entre lo terrenal y lo celestial. Vivir terrenalmente no requiere de una amplia descripción solo precisa echarle una mirada a lo que me rodea y la respuesta la obtengo de inmediato. Describir lo que me significa vivir celestialmente me demanda tremendo temple, conciencia y corazón para que surjan las letras que definen lo angelical. Temple porque requiero de una profunda conexión conmigo para entrar en conciencia. Conciencia porque es requisito estar plantada en el ahora o dicho en otros términos; vivir en el instante. Corazón porque la ecuanimidad de mis sentimientos avala el equilibrio de mi sentir al escribir. Se precisa de serenidad para plasmar lo etéreo, para conectarme con la sutileza y dejarme llevar por el rió de las experiencias terrenales que me circundan. Al hecho de vivir a corazón abierto, a las dulces vibraciones de amor, alegría y calma le llamo celestial/terrenal delicadas vibraciones abrazándome sutilmente, desimantándome de lo terrenal. Exquisitas vivencias que rodean mi diario respirar y me llegan sin planearlas, precisarlas o llamarlas solo suceden. Aprovecho la vasta gama de experiencias terrenales que vivo aun cuando se tornen abrumadoras, desgastantes y hasta delirantes, conociendo mi naturaleza y empeño por resolver cuanto obstáculo se me atraviese, todo impedimento lo abordo, lo afrontó y una vez que lo logro me siento contenta, satisfecha por descubrir el efecto de mis capacidades. Amo los retos por más difíciles que se tornen. Amo sentirme serena viviendo terrenalmente. Vivir terrenalmente me significa vivir entre muros levantándose por doquier. Vastos muros de miedo, dolor, ansiedad o tristeza minando almas y rostros deambulando sin rumbo lamentaría retornar a tal estadística, por ello salto, rodeo, evado, ignoro o me sumerjo entre ellos con perfecta lucidez a eso le llamo aprender a vivir celestialmente. Uno está expuesto a vivir experiencias estridentes, inquietantes y desorbitantemente manipulantes hablando del plano terrenal, basta ser consciente de uno para vivir abrazada a la madre tierra se muestre como se muestre. Cuando se mira desde otro espectro uno es capaz de vivir de la fuente divina del amor, la alegría y la paz lo sé porque lo vivo, lo afirmo porque lo siento. Celestialmente única es mi concepción de la vida porque he logrado traspasar tan densas barreras terrenales. He logrado dar un giro a la vida, hablo de la capacidad para mirar diferente, hablo de energetizarme para imprimirle fuerza a mis sentidos y acciones entonces la conexión celestial sucede y es tan real que ahora mismo me tiene al computador describiéndola. Una realidad que no se expresa con palabras, textos o hechos es tan etérea la experiencia que solo uno la avala. Es como pisar la tierra pero a la vez levitar conscientemente. Es como caminar entre el abrumante ritmo de vida terrenal desprendiendo energía, fuerza y serenidad. Es como una delicada vibración danzando al caminar. Mi conexión celestial es pureza rodeándome, resguardándome y protegiéndome. Lo celestial me llega con tal nitidez que me prepara para recibir con el corazón cuanta experiencia me envié el destino en este plano terrenal. Como no vivir feliz en un plano que uno mismo se va labrando, escalando y experimentando. Como no ser agradecida con el padre, la madre y el TODO por tan deliciosas experiencias terrenales y celestiales que ha puesto a mi alcance para mirar desde otra dimensión la vida que respiro.

Comentarios

  1. Que profundidad todo lo que dice Consuelito, hay que estar a tu altura para entenderte, eres un ser muy limpio y transparente

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  2. Que bueno alcanzar esa dimensión de perfección terrenal, no muchos la poseen

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  3. Que profundidad todo lo que dice Consuelito, hay que estar a tu altura para entenderte, eres un ser muy limpio y transparente

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