Punto medio
La conciencia es el punto medio. A veces, cuando es necesario, abres la mano;
y a veces, cuando es necesario, cierras el puño. No te haces adicto al puño apretado
ni a la mano abierta. Simplemente eres consciente.
En la
vida no hay ensayos. No puedes ensayar una situación; no puedes estar
preparado para ella. Te mueves sin estar preparado. Y, cuando descubres este
hecho (que moverse sin estar preparado es crear una situación en la que estemos
más conscientes), entonces es la situación, y no tú en realidad, la que
decide. Todo, tú y la situación total, se juntan y ocurre. Tú no eres el que
decide y tampoco eres la víctima. Actuaste como la unidad orgánica de la
existencia lo decidió en ese momento. No eres responsable: no hiciste nada;
sólo fuiste el vehículo.
Éste es
el punto medio. Ser testigo, estar alerta, actuar conscientemente, con
atención, es el punto medio.
Entonces
recuerda: no trates de encontrar un punto medio fijo. No hay dónde hallarlo. Y
nadie más puede decidir por ti. Ni siquiera tú puedes tomar decisiones para el
futuro. Éstos son trucos de la mente que te neurotizan. Sólo muévete sin
estar preparado. Muévete y deja que las cosas pasen. Sólo conserva la
conciencia y deja que las cosas decidan por sí mismas. Cuando
estás consciente, todo encaja. De repente, todo encaja en el cosmos; no es un
caos. A partir de eso desconocido, ocurre lo correcto. Si tú decides, a partir de ti, se produce lo incorrecto.
Sólo sé y
contempla. Ser es no hacer, y contemplar es también no hacer. Te sientas en
silencio sin realizar- actividad alguna, siendo testigo de todo lo que suceda.
Sólo sé testigo de lo que pase, no te identifiques con eso. Observa, sé como
un observador que desde la montaña contempla lo que sucede en el valle. Es un
don, no un arte y vivirlo requiere de valentía y templanza…cbf
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