Alerta

Alerta de mi lengua. Si algo tengo claro es la inconciencia de mis palabras. Palabras que salen abruptamente de mi boca desafortunado acto que solo lesiona. Vivo alerta de los sonidos que emite mi lengua, la meta es procesar frecuencias limpias, vibrantes e iluminantes. Expando el silencio mental profundamente, entonces y solo entonces, me torno observadora. Observadora que aquieta su lengua. Es lo más saludable que he hallado para redimirme ante la vida.

Alerta de mi mente. Bastan microsegundos para que mi mente divague, enferme o se extravié. Microsegundos que llegan a gestar incoherencias, retorna al pasado o sueña con el futuro. Perpetra cerebros e irrumpe la mente de otros resultado de lo nefasto que llega a ser la inconciencia. Orar es el medio del que me valgo para hacer limpieza a tanta barbaridad que cometo. Orar es la práctica que silencia mi mente. Oro sin palabras, pensamientos u otro medio que implique activar la mente simplemente; vacío la mente. Experimento el vacío a su máxima expresión, entonces todo se recompone.

Alerta con las promesas. No hago promesas de ningún tipo, el simple hecho de hacerlo me arrojaría al pasado o al futuro quedando atrapada en la inconciencia que enferma, nubla la razón y estanca el corazón. Vivir el presente me dota de reacciones saludables, mis acciones fluyen cristalinamente, crean, aman, sueltan.

Alerta de las bajas densidades. Todo aquello que me provoque dolencia, malestar, pesadez, quejidos mentales o corporales se esfuman en el instante que me coloco en el “ahora”. Solo estabilizo mis frecuencias, gesto altas vibraciones y la salud sucede. Si de algo me enorgullezco es de mi habilidad para superar bajas densidades que irrumpen sublimes vibraciones, soy testigo del como propicio acciones saludables segundo a segundo en palabras sencillas; 〰renazco instante a intante〰

Alerta de mis quejas, que solo propician minusvalía. Nefasto hábito que he superado, ya lo dirá la realidad. Una gigantesca alarma me mantiene alerta para detener cualquier queja que salga de mi boca.

Alerta ...palabra simple y valiosa de la que me valgo para vivir sabiamente en este planeta.