Consuelo Barragán Flores

La luz que irradia en casa no es obra de la casualidad, es el resultado de aguerridas entregas espirituales de quienes la habitamos.  Costo a esta mujer soltar el pasado ancestral para centrarse en purificar techo y  paredes donde convivo, comparto y departo parabienes familiares. Vida, fuerza y energía esparzo por doquier, en cada rincón de casa para ahuyentar cuanta baja densidad se cuele por puertas, rejillas o ventanas intentando traspasar las paredes de la espiritualidad que habita el hogar. Soy como un faro hogareño y no es vanidad, es luz alumbrando el espacio familiar. Orgullo, beneplácito y confianza irradian en casa. Y me aferro a ellos para atraer la serenidad que alimenta la espiritualidad hogareña. Activarme es como pedalear entre motas de luz avivándome, entregándome, atizando energía para hacer lo que ha de seguir. He de actuar si deseo poseer la luz de la conciencia. Capacidad para Ser, Pensar y Actuar por pura conviccion es la huella que voy dejando por el pi...

Cuando uno se encuentra en total apacibilidad la magia sucede. Y sucede porque uno es capaz de consagrarse con la vida. Desconocía lo bien que se siente hacer magia conmigo, desconocía que al final del recorrido me encontraría con tan poderosos recursos legados a mente y corazón, dones otorgados por el padre Dios, solo era cuestión de emplearlos. Si bondadosamente confirió a mi Ser dones, porque no emplearlos en bien propio y del projimo, en salud o eternidad. Y digo eternidad porque divinamente me puedo ir de este mundo en paz, con el corazón radiante de felicidad, con absoluta serenidad. Palabra a palabra vertida en este escrito esta afianzada por la experiencia terrenal, por la etérea presencia y guía de Dios , testigo de la magia que realizo. Mágicas revelaciones suceden por doquier, es como Despertar a la realidad, Transformar lo desaliñado de mi existencia en fuerza creativa e imaginativa y claro -Pensar Paralelamente- para traspasar la malla virtual que aprisiona mi humanid...

Las revelaciones que tengo son inspiradas por mi debido a la proximidad que tengo con el Espíritu Santo . Una revelación es algo intensamente personal y no puede transmitirse de forma que tenga sentido. De ahí que cualquier intento por describir las revelaciones que me suceden seria inútil. Una revelación es una experiencia, es una suspensión completa, aunque temporal, de la duda y el miedo. Mis revelaciones son literalmente inefables porque son experiencias de un amor indescriptible.