Arme el rompecabezas de mi existencia para embonar con la divinidad. Arme el rompecabezas de mi respirar para experimentar tan celestial sabiduría y vasta espiritualidad que me acerca a la eternidad. Fue cuestión de tomar conciencia, de experimentar a flor de piel toda situación de vida, de sentir con el corazón y darme cuenta del como se embona pieza a pieza aquello que me hace humana, realmente humana. Fue como descorrer el campo del conocimiento interno y la fuerza del trabajo externo ambos impulsados por pura intuición entregándome fehacientemente a lo que da sentido a mi vida. Embonar pieza a pieza de mi existencia fue reconstituyente, fortificante, atractivo y hasta simbólico porque me llevo a reconocer a la niña, a la adolescente, a la adulta y hasta a la anciana respirando gratamente. Fue increíble descorrer la luz interna para mirarme, ocuparme, activarme y deleitarme conmigo. Armar mi rompecabezas fue como armarme de valor, valía y entrega para hacer realidad una vida sabía e...
No es materia, mucho menos es tangible, no es algo que se forcé, obligué o empuje. No es atribuible a otros, no viene del exterior simple y sencillamente emerge de las profundidades, es la mismísima fuente de vida que poseo. Es sutil, poderosa y hasta cautivante esta energia y la aprovecho para transformar mis deseos en virtuosas realidades como la pureza mental, el bienestar emocional y la salud orgánica. Todo, absolutamente todo lo encauzo hacia la prosperidad espiritual y lo logro gracias a la energía que le imprimo a mente, corazón y alma el resultado es un estilo de vida sensato y sano. Si en el pasado mi mente era un caos, en el presente es un poderoso medio que empleo para idear, crear o transformar aquello que me propongo. Logre dar un orden divino a mi vida, logre una existencia estable, soy gestora de energias puras habilidad adquirida gracias al comprender toda presencia, actividad o luminosidad espiritual que recibo o percibo. Cuando algo hace ruido en mi cabeza, irrump...
Llegaba a casa cargada de efusividad y al dirigirme a la cocina un aroma delicioso percibí…incienso, aroma que en automático atrapo mis sentidos recordándome a mis muertos. Leo la palabra muertos y la percibo despectiva mas cuando uno se encuentra más allá de la vida y la muerte uno ama tan bellos recuerdos de quienes han partido y aunque vivo instalada en el ahora no significa que me olvide del pasado por el contrario me trae valiosisimos recuerdos, como la partida de mi madre y hermano quienes se convirtieron en el anclaje mas sagrado de mi existencia. Mis muertos son mis guías espirituales. Vivir y morir dos grandes referentes de vida. Desde que tengo uso de razón he tenido cercanía con las ofrendas, desde el colocarlas con la belleza de nuestras tradiciones ancestrales hasta el levantar altares para mis seres amados. La foto que abre mi encuentro con las ofrendas fue tomada por allá de 1988 en ese entonces colocaba ofrendas por doquier, desconocía el sentimiento de perdida, descono...
Magnetizada en el centro de la vida, magnetizada por pura voluntad logro espiritual que congratula profundamente a este corazón. Estar magnetizada no solo apunta al vivir por vivir, va más allá de lo que se mira en esta mujer. Vivir magnetizada es como treparme al vaivén de la vida que sube y baja, sube y baja cual brújula que bien me puede tener tomada de la garganta asfixiándome o bien me puede elevar celestialmente. Práctico para elevarme celestialmente, práctico para mantenerme saludable, mentalmente saneada y espíritualmente imbatible hechos que consumo cual dulces tragos, magnifico elixir que constantemente preparo, brebajes que son mi alimento permanente: certidumbre, valía, estabilidad y confianza . Cuatro líneas de vida que pacientemente voy desarrollando, perfeccionando y resguardando cual andamios que sostienen la chispa de la vida. Poseer certidumbre de lo que pienso, hago y digo es un hecho. Me puede encantar propiciar certidumbre en mi día a día porque semeja el pila...
Estoy cerrando ciclos, ciclos que se iniciaron desde el momento de nacer y eso realmente es una bendición. De aquel entonces al día de hoy mi capacidad de conciencia ha renovado mente, cuerpo y alma, va reconstruyendo los pilares de este espíritu. Virtudes que la vida me otorgó y que por alguna razón las olvide por un tiempo mas no las extravíe, me encuentro en el proceso de su rescate. Llega a ser tan impactante el cambio que voy experimentando que hasta mí me sorprende; saberme capaz de habilitar mis dones. Dones que llegan ser visibles ante los efímeros intercambios sociales o culturales que rara vez sostengo, dones que se ponen de manifiesto y se ratifican en el seno de la familia, ahí es donde realmente me muestro tal cual soy, me muestro al natural. Mi familia conoce tanto mis valores, como los antivalores que alcanzo a ver en mi, ellos saben de mis cegueras actitudinales lo cual no quiere decir que lo deba ocultar por el contrario es el entorno donde actuó al...
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