Me doy cuenta que entre menos entre en contacto con el exterior mayor equilibrio obtengo, aunque también me doy cuenta que cuando contacto con el exterior se pone a prueba mi supuesto equilibrio mental, emocional y espiritual. No me queda duda que para lograr un crecimiento interior no hace falta irse a los himalayas, mucho menos recluirme en la soledad aun cuando me lea incoherente es realidad. Al decir que entre menos contacto tenga con el exterior más saludable soy, no estoy diciendo que me oculto o rehuyó del exterior, para nada, por el contrario me sumerjo entre gente y gente pues soy gente, el punto es que entre menos me sumerja entre el ruido, la contaminación visual o verbal, el escándalo, la noticia que alarma, las redes virtuales que distorsionan o engañan mayor estabilidad adquiero, el punto es no irrigar el cerebro de falsedad, intriga o maldad pues es el alimento de la mente y la mente sabiéndose domesticada aprovecha tan exquisitos manjares que engordan el miedo, la p...