Constancia

Mi constancia es sublime energía impregnando a esta mujer. Mi perseverancia es luminosa, traslucida persigue aquello que hace feliz al corazón. Se centra en el camino y solo se desvía cuando el espíritu se ve interferido por la mente. Magníficamente ha salido a relucir tan linda palabra; mente si, mi mente. Ya en otros tiempos mi mente era el principal enemigo de la constancia, aun cuando la constancia me habitara. Me habitada domesticadamente, esa era la gran diferencia. Hoy en día afirmo que cuando la constancia es resultado del adoctrinamiento su hermosa naturaleza se desvanece.  Mi perseverancia aun se ve invadida por la mente, pero ese es justamente el reto a erradicar del pasado. Gracias a mi perseverancia renovada edifico un cristalino renacimiento, un resurgimiento rebosante de energía. Desconozco la fuente, pero se cómo se siente. Ahora mismo me encuentro diseñando mi nueva estructura creativa, ahí surgen nuevas ideas que plasmo en la mente para luego trasladarlas a la acción. Me empapo de nuevos conocimientos para luego ponerlos en marcha. Toco nuevos rostros con la mirada o con la voz. Me embebo de nuevas tecnologías abriéndome infinidad de alternativas. Mis adoradas letras se afinan en palabras brotando del corazón, emergiendo  de esta fuente divina. Cuando escribo es porque al corazón le urge dejar evidencia de cómo es; sentirse satisfecha conmigo. 
La constancia es el deleite más puro brotando de la fuente divina y cuando la constancia brota del alma solo puede dejar en el espacio motas celestiales de energía.