Vivir en la verdad


Un hombre que vive en la verdad no puede ser víctima de mentirosos. Un mentiroso solo puede engañar a otro mentiroso; es la única manera. Hay millones de personas dispuestas a ser engañadas, que simplemente están esperando que venga alguien y las engañe: por sus creencias, por sus deseos, por sus viciosos, por su avaricia. La avaricia es avaricia, ya sea en el mundo material o en el mundo espiritual, no hay ninguna diferencia. Su condición siempre es la misma. Tú quieres que alguien multiplique por diez tu oro; eso es avaricia. Si alguien te dice: “Yo puedo hacer que seas feliz”, y tú caes inmediatamente. Eso también es avaricia.

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