De niña escuchaba su nombre, de adolescente conocía su imagen, de adulto sabía que tenía millones de seguidores. En casa incluso había un Jesús crucificado y aun con todo esto no sabía cómo amarlo, no encontraba un verdadero motivo para acercarme a él. Un gran misterio proveniente de otro continente debió atravesarlo para cruzarse en mi camino, mostrándome amorosamente; ¿Como es amar a Jesús? ¿Porque amar a Jesús? ¿Cuál es la esencia de un iluminado? Entonces, solo entonces, ame a Jesús, comprendí tan apasionada entrega por la vida. Aprendí a morir con él para renacer, sentí la esencia de la crucifixión. Mi cerebro se aclaró para mirar cuanto amor había en un solo hombre entregándolo a la humanidad. Entonces, solo entonces ame a Jesús. Entonces, solo entonces, sentí tan divina presencia en mi hogar. En este hogar que hoy le dedica la pureza del aire que llega a mis pulmones, la dicha de abrir mis sentidos, la luz que penetra la mirada, la energía que se conc...
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