Religiosa

Practicar una religión de servicio es lo que me mantiene en absoluta concentración. Me embelesan las tremendas oportunidades de vida que me llegan de la nada, oportunidades que aprovecho al máximo expandiéndolas a su máxima expresión cual religión ingotable. Resulta encantador concluir un reto e ir por otro y otro hasta lograr resultados con absoluta transparencia. Es lo que vine hacer a esta tierra: experimentar, sentir, reinventarme. Mi manera de vivir religiosamente no es persignarme o hincarme es activar actos sagrados para dar a mi vida sentido y orientación o dicho en palabras simples: gestar experiencias puras y libres.