Serenidad

La llave que abre la puerta de la serenidad es el alimento cotidiano que nutre mis sentidos. Nutro mis sentidos aguerrida y pacientemente en bien de obtener otro bien; Serenidad. Aguerridamente porque cuando surge una lucha entre mente y corazón demando altísima voluntad para destrabar tan desafortunada intervención por ello siempre llevo en el bolsillo la llave del aliento para oxigenarme basta y profundamente. Logro paz interior cuando no permito que la mente se desquicie. Poseo la habilidad de calibrarme automáticamente lo que me faculta para vivir en permanente serenidad.