Divina
Llego para
quedarse, prendada de esta mujer.
Es magnífica,
divina y fue Dios quien me envió
tan
significativa unión de energías.
No tiene nombre,
rango, status, mucho menos
condición social
pero vive exquisitamente
en tan bella
tierra.
Si, ella vive muy
cerca de hombres y mujeres
y solo un
corazón humano, humano
puede tocarla
con la mirada.
Y eso me sucedió,
la pude tocar con la mirada,
sentirla con el
corazón,
y no es que sea
humana, humana, no.
Consciente estoy
que aun tengo pendientes
por limpiar en
mis entrañas.
Pero el solo
hecho de tocar su divinidad
me llevo a no
claudicar en tan
exquisita hazaña
que voy logrando: el cambio.
Ahora sé cómo se dignifica el alma
Ahora sé cómo se dignifica el alma
y ella me lo recordó
en cuestión de instantes;
purificando mi conciencia
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