prudencia


Me jacto de saber cuando estoy siendo coherente entre lo que digo y lo que hago y todo ello lo baso en la lucidez de las virtudes. No son exclusividad de una persona fluyen por el mundo para ser respiradas y practicadas por quienes habitamos un mundo humano, humano. Hoy te comparto una de ellas: la prudencia.
La urbanidad es el origen de las virtudes: la fidelidad su principio y la prudencia su condición.
La prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales. Y quizá sea la más olvidada. La prudencia es la disposición que te permite deliberar correctamente acerca de lo que es bueno y lo que es malo para el hombre (no en si mismo, sino dentro del mundo, no en lo general sino en una situación especifica) y actuar, en consecuencia como es conveniente.
Y podría llamarle sensatez al servicio de la buena voluntad.
Así que la prudencia condiciona a todas las virtudes. Sin ella ninguna sabría como alcanzar el fin.
La prudencia no reina, pero si gobierna.
Que sería de un reino sin un gobierno.
No basta con amar a la justicia para ser justos.
Ni amar a la paz para se pacíficos.
Es necesario que exista una correcta deliberación, una buena decisión, una buena acción. La prudencia decide y la valentía se ocupa de llevarla a cabo.
Así que…. cuando la prudencia llega a reinar en el hogar la sabiduría que despliegan los padres hacia sus hijos finca actos invadidos de amor y comprensión.
Que este día despliegues un radiante brillo corporal, para ser compartido por aquellos que amas.
                                                           

Comentarios

Entradas populares de este blog

Barro hediondo

Cuatro palabras

vacio sublime

Serenidad

Benemérito Instituto Normal del Estado "Gral. Juan Crisostomo Bonilla"

Tecali de Herrera, Puebla, Mexico