espiritu rebelde


            A no ser que tengas un espíritu rebelde, no estarás vivo en el ver­dadero sentido de la  palabra.
            Gran parte de tu dolor es tu propia elección. Eso es verdad. Toda tu tristeza, todo tu dolor... gran parte de ello no está im­puesto por los demás. Contra lo que te imponen los demás, rebélate, pero lo que tú mismo has elegido, suéltalo. No hay necesi­dad de observar. Simplemente comprender que «Yo me lo he impuesto a mí mismo» es suficiente, deshazte de ello. ¡Deja que los demás observen cómo te deshaces de ello! Al verte deshacién­dote de ello, quizá también ellos comprenderán: «¿Por qué sufrir innecesariamente?, los vecinos estarán deshaciéndose de su sufri­miento.»
Tus celos, tu ira, tu avaricia, todos traen dolor. Tus ambiciones, todas traen dolor. Y todo ello lo eliges tú mismo.
Es una poción amarga y el médico que hay en ti cura tu ser enfermo.
Hay dolores impuestos por otros, rebélate contra ellos. Y hay dolores que son naturales, obsérvalos, y obsérvalos con serenidad, porque son la medicina amarga que la naturaleza y el médico que hay en ti usara para curar tu ser enfermo.
Por lo tanto, confía en el médico, y bebe su remedio en silencio y tranquilidad.
Pero recuerda que se trata del médico, no de tu pareja, no de tu familia, no de tus amigos, no de tu confidente. Entonces no habrá miedo de que te rebeles, pues solo te estarás curando a ti mismo. Así que recuerda quién es el médico. La naturaleza cura, el tiempo cura, simplemente espera, observa. Y ten mucha claridad res­pecto a lo que es natural y lo que es artificial, solo entonces llevaras a florecer tu alma y el brillo de la salud emocional irradiara en tu rostro.

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